Lo que Hablamos

"Si hablas, hazlo para edificar y no para destruir"

¿Por qué, entonces, criticas a tu hermano? ¿O tú, por qué lo desprecias? Todos tendremos que presentarnos delante de Dios, para que él nos juzgue. Romanos 14:10

Si el hombre pudiera vernos como Dios nos ve . Las críticas no existieran, desaparecieran completamente de nosotros y de esa forma dejaríamos de hacer tanto daño y causar tanto dolor sin necesidad porque cuando levantamos nuestra voz para juzgar los hechos de los demás damos lugar a una serie de sucesos posteriores que si no lo detenemos será imposible controlar.
La crítica es producto de nuestro propio concepto el cual pensamos que es lo correcto y damos riendas sueltas a lo que pensamos sin escatimar el daño emocional y espiritual que esto causa. A veces somos intolerantes ante los hechos de los demás y nos revelamos de una forma que hacemos daño enjuiciando lo que hacen.
Tenemos que saber que las criticas no son buenas y si tenemos el corazón de Dios ¿cómo podemos actuar de esa manera? por eso pocos lo conocen porque cuando lo conocemos cambiamos nuestra actitud hacia los demás. Con criticar no se consigue nada bueno al contrario, se expande el mal dando origen al rompimiento de los lazos de amistad, de la unidad conyugal y de las relaciones familiares.
Antes de criticar recordemos que todos nos presentaremos delante de Dios para ser juzgados y qué pena sería ver que al que tanto criticamos está mejor delante de Dios que nosotros mismos. Si hablas hazlo para edificar y no para destruir porque somos portadores de bendición no de maldición.