El Canal de Panamá permite que unos 14 mil barcos pasen cada año entre el océano Atlántico y el Pacífico ahorrándose 12 mil kilómetros (si tuvieran que bordear el continente) recorriendo solo 81.6 kilómetros. El canal de Panamá nos ha simplificado la vida indirectamente puesto que, aunque no pasamos por él, por el simple hecho de éste estar ahí, nos ahorramos tiempo, combustible y dinero en los consumos finales de los productos. Jesús abrió un camino entre Dios y los seres humanos beneficiándonos directamente con el regalo de la salvación. Juan 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
4 de mayo de 2010
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