Hace más de doscientos años los cristianos no tenían bonitos himnos como los tenemos ahora. Todo lo que existía, en cuando a canto se refiere, eran algunas malas versiones de los Salmos e himnos mal arreglados.Un muchacho que siempre asistía a los cultos salía disgustado de los himnos, hasta que un día fue y le dijo a su padre:- Padre, ¿por qué cantan himnos tan feos en el templo?- Si no te gustan -le contestó duramente el padre-, escribe otros mejores.
Isaac Watts, que así se llamaba el muchacho, no se disgustó sino que ese mismo día escribió un himno y lo llevó para que lo cantaran en la Iglesia. El himno gustó tanto, que rogaron al muchacho que escribiera otros, a lo cual él accedió gustoso, Escribía himnos cada vez que sentía deseos de hacerlo, y continuó escribiendo durante toda su vida. Uno de los himnos más hermosos que escribió y que se ha traducido a muchos idiomas es: "Al Contemplar La Excelsa Cruz". Otro de sus hermosos himnos es: "Dominará Jesús el Rey".Este muchacho, a los siete años estudiaba gramática y latín; a los nueve aprendió el griego; a los diez el francés; y a los trece el hebreo. A los quince aceptó a Cristo como su Salvador y a los veinticuatro predicó el primer sermón y continuó predicando y escribiendo himnos hasta una edad avanzada, pues murió a los setenta y cuatro años de edad.Que la vida de este gran siervo de Dios pueda servir de ejemplo a todos los niños, y que entreguen su vida al Señor ahora que están en la flor de la vida, pues quién sabe cuántos irán a ser personajes distinguidos en la obra del Señor como lo fue Isaac Watts.
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1 Response to "UN BUEN AYUDANTE DE JESUS"Sandra: hay tanto potencial en nuestras vidas pero no nos atrevemos a usarlo como Dios desea, espero que esta historia nos muestre que si podemos hacer mucho en la obra de Dios.
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