Ser como El mas grande.
Esta mañana me desperté pensando ¿por qué quieres ser como los grandes, y no como EL mas grande de los grandes?
Desde pequeños hemos escuchado la pregunta: que quieres ser? o como quien quieres ser?.
También hemos escuchado decir: "es muy trabajador como su papá". "se parece mucho a su mamá". Normalmente, los padres se sienten complacidos cuando un hijo hereda sus mismos rasgos positivos, o quiere ser como ellos, o quiere dedicarse a la misma actividad de uno de los padres.
En mi caso no fue diferente, desde pequeña siempre dije quiero ser administradora del Banco de Reservas como mi papá. Pero el tiempo va pasando y vamos descubriendo cada día hombres y mujeres que han hecho cosas grandes y admirables, los hay en todos lados, podríamos mencionar una lista sin final. Y en un instante conocemos al mas grande de todos Cristo, y todo cambia, ahora solo hay un Padre al cual queremos parecernos.
Nuestro Padre celestial, el Señor quiere que seamos más como Él y como Su Hijo Jesucristo. Pero las características piadosas no son propias de los seres humanos caídos (Romanos 7:15-23); los creyentes heredan los rasgos del Padre celestial solo a través del Espíritu Santo. Solo naciendo de nuevo llegamos a formar parte de una nueva familia donde Dios es el Padre y los demás cristianos son nuestros hemos. Entonces es en este momento cuando recibimos inmediatamente una parte de nuestra herencia: seguridad eterna, libertad del pecado y la presencia interior del Espíritu de Dios. Al residir dentro de nosotros, el Espíritu Santo es nuestro Consejero y Consolador permanente. Por medio de Su dirección, nuestro carácter y nuestra conducta son transformados para hacernos semejantes solo a uno Jesús.
Gálatas 5:16-25
Dios en su omnisciencia Dios creó un método único para crecer semejante a Cristo, es el sometimiento a la obra del Espíritu, someter:
• Someter cuerpo
• Mente
• Voluntad
• Emociones
Todos los que hemos aprendido algo ha sido porque no hemos sometido a la enseñanza. Dios frena nuestra autodeterminación para que sea la vida de Cristo la que se exprese. El egocentrismo es sustituido por Su amor. Aunque conservamos el mismo cuerpo y la misma mente, somos una nueva persona.
La obra se lleva a cabo de manera interna en un invisible proceso que se realiza en nuestro espíritu, será indudablemente reflejada externamente. Quienes nos rodean comenzarán a notar una extrema diferencia a medida que adquirimos rasgos más piadosos. Hemos sido llamados a rendirnos al proceso, porque hacernos semejantes a Cristo es la gran meta a la que todos debemos anhelar llegar.
La imitación (1 Corintios 11:1) es la forma más sincera de halago. Agradamos y honramos al Señor cuando tratamos de ser como Él.
El proceso que Dios utiliza para hacer que los mortales seamos un reflejo de Él ya está dado, maravilloso es Dios que nos da todo lo que necesitamos para alcanzar la meta.
El apóstol Pablo presenta el proceso que Dios utiliza para hacer que los mortales seamos un reflejo de Él (Romanos 8:28-30):
Conocernos antes: La “Omnisciencia” de Dios es más que la capacidad que solo la tienes Jehová no solo de conocer nuestro futuro; es también la capacidad de hacer que suceda todo lo que Él quiere para la vida de nosotros sus hijos, específicamente conformarnos Su imagen.
Predestinarnos: Dios sabía antes de la fundación del mundo quiénes decidirían recibir la salvación, y quiénes la rechazarían. Todos los que son salvos están predestinados a ser formados a Su imagen.
Llamarnos: Dios pone en el corazón el deseo de conocerle. Este llamado es para toda persona, porque no es la voluntad del Señor que ninguno se pierda. Sin embargo, pocos escogen responder si a su ofrecimiento y procurar la salvación (Juan 3:16) (Mateo 22:14). Para reinar con El.
Justificarnos: Cualquiera que oye el llamado de Dios y responde afirmativamente recibe el hermoso galardón de la salvación, ya no mas culpa la mancha del pecado es quitada, la acusación también. Para gobernar con El.
Glorificarnos: El nos santifica mediante la Sangre Redentora de Cristo, nos glorifica. Si nosotros los que hemos respondido afirmativamente a su llamado estamos en el proceso de parecernos a Jesús, El Padre celestial nos ve como su futuro cuerpo inmortal: como reflejos perfectos de Él mismo.
Dios no piensa en el tiempo de la misma manera que nosotros lo hacemos. Él ve con anticipación a Sus hijos en su gloria.
Todo lo que Señor permite que suceda en nuestras vidas, está diseñado para hacer seamos un reflejo glorioso de Dios.
91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas ellas te sirven.
Salmo 119
27 de abril de 2010
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
comentarios
0 Responses to "SER COMO EL MAS GRANDE"Publicar un comentario