LA IRA

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo. Efesios 4:26 -27

La ira es uno de los enemigos más letales que puede encarar todo ser humano dentro de sí, por tan solo un poco de locura fuera de lugar aquel que había sido tomado por sabio y honorable en segundos puede perder tal atributo.

En 1 Samuel 25, vemos la historia de Nabal, poco tiempo antes David había perdonado la vida de Saúl a quien Dios había entregado en sus manos, El ungido había decidido habitar en el desierto hasta que llegara su tiempo de ser rey.

Grandes proezas había hecho, lo cual le dieron el titulo en toda la tierra como el amado de Dios. Mientras permaneció en Carmel de Maon (territorio de palestina), ayudaba a unos pastores cuidando las pertenencias de Nabal ya que era un hombre muy rico. Un día David envía 10 jóvenes valientes solicitando el favor a Nabal, este no tan solo se niega a proveer alimentos sino que además se hace pasar por no conocer a David, dándolo por cualquiera.

Los jóvenes regresan y dan las noticias a David, este mientras va recibiendo cada palabra, sus ojos se van tornando verdes, los valientes dan dos y tres pasos hacia atrás sin quitar la mirada del siervo de Dios, mientras que ahora no tan solo sus ojos se tornaban verdes sino también su piel, sus dientes y huesos hacían un sonido como cuando un repollo es rebanado, su respiración era cada vez más intensa y amenazadora, los músculos comenzaron a crecer y una fuerte ira envolvía al siervo de Dios, los mismos valientes se atemorizaron al verle en esa actitud, mientras su aspecto de siervo fue cambiando a un hombre-bestia, sus palabras eran las siguientes: a mas tardar mañana temprano no quedara ningún varón de la casa de Nabal, el necio me ha pagado mal por bien. El siervo de Dios mientras continuaba cambiando su aspecto, sin darse cuenta reflejaba como disfrutaba la rabia que lo envolvía ya que una sola cosa le satisfaría totalmente en ese momento, hacer su propia justicia.

Es en este momento cuando entra al escenario la bella y casta Betty Rose mejor conocida como Abigail la inteligente, esposa del ‘’general’’ Nabal el mal agradecido e insensato. Abigail sin perder el tiempo conoce de los síntomas verdes de David y corre a su encuentro llevando consigo alimentos y provisiones. Ella sabe que es un momento decisivo para su vida y la de su casa y cayendo a los pies de David dice: Señor mío, sobre mí sea el pecado; mas te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y escucha las palabras de tu sierva.

La bella Abigail, no defiende a Nabal sabe que él es un sinvergüenza, un patán, más bien clama por perdón, asumiendo ella la culpa cuando ella no es la culpable. Hace entrega de los regalos a David diciéndole que deje a Nabal en manos de Dios.

Y de repente en medio de tanta ira, pensamientos entenebrecidos y una estresante respiración audible, estas valientes y dulce palabras penetraron lo más profundo del corazón de la bestia que estaba a punto de hacer erupción. Eran como rayos de sol en pleno verano sobre un tempano de hielo, David se derritió en el amor ardiente de la misericordia.

Inmediatamente la bestia recupera el raciocinio y recuerda que es David Banner el siervo ungido de Dios, reconoce la inteligencia y valentía de la bella Betty Rose, agradece porque iba a hacer el mal que no quería dejándose vencer por el mal que había oculto en su interior e inmediatamente le concede lo que la casta Abigail había pedido. Y así regreso Abigail a su casa. Diez días después el Señor mismo se encargo de Nabal.

La dulzura de Abigail por ser una mujer casta revierte un rio de odio en un rio de comprensión y misericordia, su humildad coloco la gracia para las disculpas que desarmaron una pelea que solo el diablo disfrutaría, pero la contrición que ella mostro desactivó la rabia que había en David Banner de Judá.

La lengua amable quebranta hasta los huesos. Proverbios 25:15.

A pesar de que Abigail camino en la tierra unos 1000 años antes de Cristo, ella actuó de la misma manera, Cristo estuvo entre Dios y los hombres mientras que Abigail estuvo entre David y Nabal, puesto que se hiso culpable por alguien que no merecía tal perdón acudiendo de esta manera exclusivamente al perdón del pecador.

Muchas veces nos dan razones y motivos para hacer justicia pero el mismo hijo de Dios se encontró en esta posición injusta mas decidió pedir perdón por aquellos que no merecían perdón y hasta su último aliento en la cruz del calvario su respiro fue de intercepción por todos los hombres de la tierra. Hoy día guarda el nombre sobre todo nombre.

No dejemos que una pequeña locura destruya lo que con tanto sacrificio nos ha costado.

Dios te bendiga!

Ds