BREVE RECORRIDO POR EL TABERNACULO. Altar de Bronce. Cristo, el camino a la puerta del Atrio..

Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar… (Leer éxodo 27:1-8).

En este breve viaje por el tabernáculo hemos conocido que el Arquitecto Dios tiene un plan progresivo, una vestidura especial para aquellos, los que son llamados a su voluntad. El tabernáculo poseía tres puertas una daba entrada al atrio, la otra al lugar santo y la última al lugar santísimo. Aquí vemos figurado a Cristo como la puerta del camino, la puerta de la verdad y la puerta de la vida.

Es por esto que al aceptar a Cristo como Señor y salvador tú y yo hacemos inmediatamente entrada al atrio, lugar que como sacerdotes aceptamos entregar el sacrificio vivo de nuestro diario vivir, este sería nuestro altar levantado a Dios.

En Hebreo la palabra altar se traduce en dos formas: Mizbeath que significa lugar levantado de la ofrenda y Ariet que significa hogar levantado de la ofrenda. La primera vez que se usa la palabra especifica Altar es en Génesis 8:20, del strong H2076 misbéakj. Este pasaje concluye la etapa diluviana en la que vivió Noé, justo cuando Noé sale del arca con su familia levanta un lugar para ofrecer ofrenda al Señor, quien lo recibió como olor grato.

Aunque debemos recordar que aun no siendo en un altar, el primer sacrificio ocurrió en Génesis 3:21, porque si hubo pieles de animales hubo derramamiento de sangre y por ende un sacrificio de un animal, esto nos estaba ya mostrando el sacrificio que vendría en el postrer Adam quien es Cristo (1 corintios 15:45), Para cubrir nuestras faltas y vergüenzas pero por derramamiento de sangre propia y no ajena.

Además encontramos que la medida de este altar es cinco codos de longitud por cinco codos de anchura y tres codos de altura. En otras palabras El altar tenía 2.25 m de largo, lo mismo de ancho y 1.35 m de alto. Este mueble era una especie de cruz, como aquella donde Cristo se ofrecería a sí mismo, inmaculada ofrenda a Dios en favor de los pecadores.

El número cinco representa en la Biblia la gracia de Dios en nosotros. El Altar tenía también 3 codos de altura, es decir: La gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo en nosotros. En la salvación vemos las 3 manifestaciones de gracia para con nosotros: el Padre planeó, el Hijo lo ejecutó y el Espíritu Santo lo da a conocer.

Además la historia bíblica sobre la cruz nos dice que Cristo sufrió cinco heridas:
En sus pies, manos y costado.
Esta cinco heridas de Cristo son las cinco respuesta de Dios a los cinco, ‘’yo hare’’ de Satanás cuando se opuso a la voluntad de Dios, (Isaías 14:13-14).

LOS CUATROS CUERNOS DEL ALTAR. En la Biblia el número 4 tipifica los cuatro puntos cardinales, es decir toda la tierra, sin importar raza, color o punto geográfico. Estos tipifican que asi como la sangre de Cristo alcanzo propiciacion´por los pecados de toda la humanidad asi mismo debemos expandir la palabra de Dios hasta los confines del planeta a toda criatura.

Los cuernos nos hablan del poder y la misericordia que tiene el Rey de salvarnos por su sacrificio perfecto. Zacarías lleno del Espíritu Santo profetizó del nacimiento de Cristo. Lucas 1:67-72, El verso 69 en el original dice: “Y nos levantó un cuerno salvador” o “y nos ha levantado un cuerno de salvación”.

Cristo es visto como cordero con siete cuernos, (Apocalipsis 5:6). Hay cuernos en las bestias-reinos simbólicos. (Daniel 7:8 y Apocalipsis 13:1-2). Los cuernos también eran utilizados en la unción de Reyes, a diferencia de Saúl, David fue ungido Rey con un cuerno lleno de aceite (1 Samuel 16:13), Saúl fue designado comandante o príncipe (1 Samuel 10), mientras que David iba a ser coronado rey.

El bronce es un metal que surge de la aleación de 2 metales: cobre y plomo.
Su tonalidad representaba el sufrimiento de víctima que iba a ser sacrificada sobre el altar. Se evidenciaban así la fusión de las dos naturalezas que operaron en Cristo: la de Hijo de Dios y la de Hijo de Hombre, y el sufrimiento y el castigo que El llevó por nosotros. (Isaías 53).

Podemos encontrar tres capas en el altar del holocausto:
1. El Altar por dentro es símbolo del Espíritu Santo que habita dentro.
2. La madera en el medio nos recuerda de la cruz de madera, sobre la que el del centro de la divinidad fue juzgado, el Hijo, El fue juzgado por nosotros. Isaías 53, Miqueas 5:1-2.
3. El Altar de Bronce por fuera nos ensena al Padre que es Juez de todos.

El Altar de Bronce contaba con los utensilios que favorecían el manejo de la ofrenda: Harás también sus calderos para recoger la ceniza, y sus paletas, sus tazones, sus garfios y sus braseros; harás todos sus utensilios de bronce.

LAS DOS VARAS DE BRONCE Y LOS CUATRO ANILLOS.
Este Altar tenía que tener dos varas, las cuales debían ser de madera de acacia, cubiertas de bronce, unidas al Altar, para así poder llevar el mueble a cualquier lugar. Cuando se miraba de lejos el mueble con las varas, se veía el mueble como un solo objeto. Del mismo modo el sacrificio de Cristo unió dos pueblos: judíos y gentiles (representativos de las dos varas).

El Altar de Bronce no tenia gradas. Cuando Dios le habló a Moisés de hacerle altar de piedras, le dio la orden que el mismo no debía de tener gradas (Éxodo 20:26), para que el pueblo no viera su desnudez. Además esto marcaba la diferencia en cuanto a los ritos paganos de los demas pueblos que estaban relacionados con la inmoralidad sexual que presentaban en sus sacrificios.
Se evidenciaba con esto que el hombre no puede subir por su propia justicia (gradas), hacia Dios, sino que Dios fue el que bajó a nosotros (Juan 3:13).

Teólogos han determinado que para mayor facilidad y eficiencia en el servicio o ceremonia del holocausto, el altar debía tener alguna especie de rampa para propiciar las posiciones o pasos de los sacerdotes al colocar los sacrificios puesto que su altura no le daba una postura muy cómoda. Ver ejemplo en la ilustración abajo.
Hemos aprendido que existen dos tipos de altares, uno que es fijo y otro que es circunstancial junto a sus conceptos. Muchas veces aun siendo cristianos solo le damos la gloria a Dios cuando nos va bien pero cuando se trata de que todo está de cabezas nos olvidamos de Dios y hasta fácilmente menguamos la fe. Dios quiere una altar continuamente encendido en nuestras vidas como nuestro sacrificio vivo y propio donde brote olor fragante delante del Padre de: amor, templanza, benignidad, esperanza, comprensión, fe, paz…

Usted hermano sabrá que área debe sacrificar en su carne cada día, para así brotar olor grato y es por esto que el altar que usted y yo levantamos debemos llevarlo a todo lugar como un altar fijo de alabanza y adoración a nuestro señor por su fidelidad en todo. Recuerdo una película cristiana conocida donde un grupo de jóvenes antes de jugar el partido reunidos en oración decían: Señor si ganamos te damos la gloria si perdemos también te la daremos. Se dio el caso de que perdieron y triste se llenaron de fortaleza y le dieron la gloria a Dios y sucedió que Dios en sus misteriosa forma de obrar, lo hizo!. Y se descubrió en el equipo contrario un fraude que les permitió a estos jóvenes cristianos poner avanzar a las finales.

Amado lector, aunque nuestra alma este hecha pedazos y nuestro cuerpo destrozado, démosle la gloria a Dios en todo porque no sabemos como de manera sobrenatural El obrara a favor de su pueblo.
Levanta tu ofrenda, en tu casa, en tu sociedad, en iglesia, en tu colegio o universidad, en tu lugar de trabajo por que ciertamente esta leve tribulación no es nada comparada con la victoria que Dios te tiene.

D.S.