Gloria Copeland
“Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás”. Salmo 32:7
En estos tiempos, las dificultades parecen rodearnos por todos lados. Si no es la economía que está mal, es el negocio que fracasa, el matrimonio que anda mal o la salud quebrantada. Sin embargo, Dios ha prometido liberarnos en medio de las dificultades que parecen abrumadoras.
Permítame darle un consejo. Si quiere que Dios sea el Dios de su angustia, deberá dejarle ser también el Dios de su corazón. Dios honra a los que le honran. Si usted está pasando por alguna dificultad, no empiece a patalear y gritar y a rogarle que le libre de eso. Hónrelo y abra su Palabra para hacer lo que Él dice.
El Salmo 34 es un buen lugar para comenzar. Por ejemplo, dice que busque a Dios (versículo 4). Al buscarlo, Él le librará de las cosas que presentan una amenaza para su vida.
Segundo, este Salmo le insta a clamar al Señor. En el versículo 6 dice que Él le librará de TODAS sus angustias.
Después, le dice que tema al Señor. Si no sabe cómo hacerlo, vea los versículos 11-14, ellos le explican cómo hacerlo: Guárdese de hablar maldad y engaño; apártese del mal y haga el bien; busque la paz y sígala.
Recuerde, si quiere que Dios sea el Dios de su angustia, deberá dejarle ser el Dios de su corazón. Cuando lo haga, todo el cielo estará a su favor para librarle, y su triunfo estará garantizado.
Scripture Reading: Salmo 34
21 de abril de 2010
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