En la época en la que mi esposa y yo éramos novios, teníamos nuestros ahorros para comprar los enseres del hogar para cuando nos casáramos. De hecho, ya habíamos comprado la mayoría. Sin embargo, como casi toda fémina, soñaba con la fiesta de boda y deseaba realizarla. Le había dicho que ya no disponíamos del dinero ahorrado y que no era prudente que nos endeudáramos para esos fines. Entonces acordamos orar a Jehová a ver qué solución le encontrábamos.
Y así lo hicimos. Acordamos una fecha para reunirnos a orar y trabajar en fe. Al día siguiente me llama a la casa de mis padres y me dice lo siguiente: “Negro, ya no te preocupes, que mi Papá nos me dijo que nos dará el dinero para la boda”. A decir verdad, me dio alivio escuchar esas palabras; pero lo que no sabía era que ella se refería a Su Papá Dios que le había hablado a su corazón y le dio la certeza de que iba a ser así.
Para no alargar la historia y, ponerlo más difícil, en esos días todavía en nuestro país (República Dominicana) estábamos atravesando una de nuestras peores crisis financieras: por la quiebra de varios bancos, la moneda nacional se devaluaba más rápido que un record olímpico, la inflación no parecía crecer, sino agigantarse, el dólar para colmo estaba como al 50 x 1. Incluso nos dijeron que si estábamos locos como para realizar una boda.
Pero como Dios, El Padre Celestial y Nuestro Amigo Fiel, cumple lo que promete, días antes de la boda nos envió (sin nosotros pedirle a nadie) un regalo de bodas en efectivo de US$400.00. (Calcula US$400.00 por RD$55). Lo que más me hizo reír y dejar sorprendido fue que mi suegro, sí ese mismo, el padre de la que hoy es mi esposa, fue quien nos envió el regalo, sin saber que estábamos orando a nuestro “otro Papá”.
Estoy seguro de algo: “si un niño le pide a papá un pan, le dará una piedra” seguro que se lo dará hasta con queso y una malteada ¡! Entonces, cuánto más nuestro Padre Celestial ¡! No te aflijas ¡! Él te ama y tampoco te negará la salvación si se la pides, te mostrará el camino y, el único camino es Jesucristo. Por eso, ya es tiempo de que no te pongas cargas ni obstáculos en el camino, Él espera por ti, y está deseoso de poder ayudarte y que digas “esto me lo dio mi Papá Dios”.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?. Mateo 7: 7-11
Por:
Leandro Ferreras
Y así lo hicimos. Acordamos una fecha para reunirnos a orar y trabajar en fe. Al día siguiente me llama a la casa de mis padres y me dice lo siguiente: “Negro, ya no te preocupes, que mi Papá nos me dijo que nos dará el dinero para la boda”. A decir verdad, me dio alivio escuchar esas palabras; pero lo que no sabía era que ella se refería a Su Papá Dios que le había hablado a su corazón y le dio la certeza de que iba a ser así.
Para no alargar la historia y, ponerlo más difícil, en esos días todavía en nuestro país (República Dominicana) estábamos atravesando una de nuestras peores crisis financieras: por la quiebra de varios bancos, la moneda nacional se devaluaba más rápido que un record olímpico, la inflación no parecía crecer, sino agigantarse, el dólar para colmo estaba como al 50 x 1. Incluso nos dijeron que si estábamos locos como para realizar una boda.
Pero como Dios, El Padre Celestial y Nuestro Amigo Fiel, cumple lo que promete, días antes de la boda nos envió (sin nosotros pedirle a nadie) un regalo de bodas en efectivo de US$400.00. (Calcula US$400.00 por RD$55). Lo que más me hizo reír y dejar sorprendido fue que mi suegro, sí ese mismo, el padre de la que hoy es mi esposa, fue quien nos envió el regalo, sin saber que estábamos orando a nuestro “otro Papá”.
Estoy seguro de algo: “si un niño le pide a papá un pan, le dará una piedra” seguro que se lo dará hasta con queso y una malteada ¡! Entonces, cuánto más nuestro Padre Celestial ¡! No te aflijas ¡! Él te ama y tampoco te negará la salvación si se la pides, te mostrará el camino y, el único camino es Jesucristo. Por eso, ya es tiempo de que no te pongas cargas ni obstáculos en el camino, Él espera por ti, y está deseoso de poder ayudarte y que digas “esto me lo dio mi Papá Dios”.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?. Mateo 7: 7-11
Por:
Leandro Ferreras
comentarios
0 Responses to "Me lo dio mi Papá"Publicar un comentario